Aromas y colores
".... avanzaba lentamente hacia el Altar con su traje blanco inmaculado sobre un manto de petalos de rosa, rojos como el carmín, a juego con su sonrisa...."
Las flores, siempre presentes en celebraciones, son las mejores aliadas para ayudar a decorar ese día tan especial.
Siempre bien aguardados por cálidos colores, el coche nupcial será lo último por decorar y, sin embargo, el primero en lucirse de adornos florales.
Acto seguido, el centro de atención recaerá sobre la novia pero, eso sí, sin perder de vista el ramo que le acompañará durante toda la ceremonia. La Iglesia se viste de flores casi siempre acorde con los tonos del traje de la novia, al tratarse de interiores es más aconsejable un colorido animado para alegrar el ambiente y proporcionar un toque de luminosidad.
En el salón donde concurra la celebración, junto a una bella mantelería y una cuidada vajilla, cubertería y cristalería, debe lucir un selecta elección de centros florales que haga resaltar el resto de los adornos.
